Aprovecho esta primera entrada para mostrar
una visión renovada del blog que ya
hace casi dos años que empecé. En aquel momento la idea de escribirlo estaba
enfocada a hacerlo a modo de diario,
para ver cómo evolucionaba como
iniciada en la carrera de montaña.
No obstante, mi situación actual nada tiene
que ver con la de entonces, ni personalmente ni deportivamente. Por eso este
blog tiene un objetivo totalmente distinto: compartir como corredora popular de carreras por montaña mis experiencias, gustos, emociones, necesidades
y demás sentimientos relacionados con el Trail Running y consecuentemente
con mi vida (y que coincidirán con las tengáis muchos de vosotros), así como realizar
una crítica constructiva de cada una de las carreras en las que
participe y que termine cruzando
el arco de meta, ese momento en el que la mayoría sentimos que alcanzas el cielo.
En primer lugar, para aquellos que lean este
blog y no tengan muchas nociones sobre lo que significa correr por montaña o el
trail running, se puede definir:
A.
Técnicamente como una
especialidad deportiva que se manifiesta a través de carreras que discurren por baja,
media y alta montaña, ya sea estival
o invernal, realizándose el itinerario
a pie, y en el menor tiempo posible y con el máximo de respeto al medio natural.
B.
Desde un punto de vista más
personal y emocional puedo resumir lo
que significa para mí: se trata de correr
una distancia determinada (en mi caso me siento más cómoda en la Ultra: distancia
mínima de 80 kilómetros en una sola etapa) junto a otras personas, a través de un paraje
espectacular (alta, Media y baja
Montaña),
momento ese en que pongo a prueba la
fortaleza de mi mente y mi cuerpo para
tratar de saborear un momento de gloria,
un pedazo de cielo: la meta. Simplemente alcanzar esa meta
es un premio.
En segundo lugar, mi vida en relación con el
trail running puedo resumirla en unas pocas líneas:
- Un flechazo con este deporte y especialmente con la montaña hace dos años y medio. Un día me llevaron a ver amanecer en la cumbre de La Maliciosa (2.227 metros sobre el nivel del mar en la Sierra de Guadarrama). A partir de entonces comencé a correr como si de Heidi me tratara (sin pensar en participar en carreras ni nada), hasta que un día me picó la curiosidad por competir y en unas cuantas ocasiones terminé con buenos resultados (tal vez fue suerte o tal vez se me da bien) y así es como descubrí que me gusta exigirme y dar todo el día de carrera así, sea cual sea el resultado, la satisfacción personal siempre está presente y el éxito asegurado.
- No obstante, como en todo “mundillo”, además de haber un cielo, también existe el infierno y el nuestro, son las lesiones. En el primer año me libré (unos cuantos esguinces) pero como consecuencia de las palizas que nos metemos entrenando y en las propias competiciones, las lesiones llegan y en mi caso además se me debilita la salud con unas cuantas anemias. Pero esto es normal para cualquier corredor, y después de pasar cada pequeño infierno (lesión) siempre vuelves a entrenar con muchas ganas y te mueres por volver a participar, compartir y competir en una carrera.
- Pues bien,
actualmente, a nivel físico me
encuentro a inicio de una nueva temporada, saliendo de una lesión y con un
millón de revisiones médicas para determinar si soy o no intolerante a
algún tipo de alimento. En cuanto a
nivel anímico, me encuentro con muchas ganas de entrenar y de
participar en lo que sea, siempre que comparta la experiencia y alcance el
cielo: cruzar la meta.
Una vez aclarado de qué voy a escribir en
este blog, ahora voy a toca centrarse en ello.
XI CARRERA
DE NAVIDAD DE CERCEDILLA 2014
La Carrera
de Navidad de Cercedilla lleva organizándose y superándose en este pueblo de la sierra madrileña once ediciones. En esta ocasión, el día
21 de diciembre de 2014, se trataban de casi 14 kilómetros con unos 500 metros de desnivel positivo, que discurrían por pistas y senderos poco
técnicos.
Desde la primera vez que corrimos esta
carrera (Jose, Edu, Juan y yo)hace ya tres años, nos la planteamos como un día especial, un día para compartir un trote por la montaña
y después celebrar las fiestas navideñas con amigos. Desde entonces no la seguimos
corriendo los mismos que empezamos, pero para Jose y para mi es nuestro clásico, el día que corremos juntos, el día que reímos,
el día que nos superamos juntos y que
también cruzamos juntos la meta.
En esta ocasión los artistas invitados (que
esperemos que se conviertan en actores principales cada año que pase) fueron Olguita y Alex.
El día comienza con la recogida de dorsales. Es de agradecer
a la organización de la carrera y a
sus voluntarios lo bien habilitada que
estaba la carpa en la plaza para recogerlos y la bolsa de corredor. En tan solo
5 minutos ya disponíamos de ellos.
A continuación tocaba disponerse
en la larga cola humana que se iba a
poner a trotar. Nosotros, que no pensábamos más que en pasar un gran rato
junto, nos colocamos de los últimos y
en un día increíble de sol (parecía
primavera) empezamos a trotar a las 10:30 por el pueblo para continuar nuestra
carrera por los senderos, pistas, trialeras y alguna que otra subida.
Durante este tiempo nos fuimos cruzando con
distintos corredores y personas que participan en esta carrera dando lo mejor
de sí mismos para dar ambiente a esta fiesta:
· Esos Bandoleros de la
Sierra de Guadarrama (Manu, Pedro de Paz, David, Jorge, Luis…) que siempre
te animan en estos eventos y que te
sacan la sonrisa cueste lo que cueste. Felicidades
a David González, alma de esos
Bandoleros, que ayer fue su cumpleaños.
·
La orquesta que te hace
arrancar un baile en mitad del monte.
·
Los voluntarios en cada
uno de sus puestos.
·
Cada uno de los vecinos del
pueblo de Cercedilla y los comercios
que se vuelcan con la organización de la carrera para que todo salga perfecto.
Y así, así y así… casi sin darnos cuenta, ya estábamos
de nuevo trotando por el pueblo para pasar
los cuatro de la mano por debajo del arco de meta, darnos abrazos y
encontrarnos con Ivan y Cristina que nos estaban esperando para comenzar la segunda parte de la fiesta.
Con la meta nos
habíamos ganado el derecho a:
- Brindar con todos los amigos que nos vamos encontrando en el Asador del Angel de Cercedilla (Pedro, David Castaño, Javier Canales, Adrián, Andrés, David de Paz, Javier Herreros, Cecilio, Julián, Borja…) y ver detrás de la barra a Gaby y a Dani (sin parar).
- Ver los podios de la carrera:
- General y General Masculino: 1º Jose Irurozqui. 2º Ramon Garcia 3º Rodrigo Ares.
- Absoluto femenino: 1ªPaula Cabrerizo. 2ª Cristina Blazquez. 3ª Ana Ibañez.
- Continuar con la celebración en el El Porrón de Navacerrada y comer una parrillada de carne exquisita y unos cuantos vinos (que nos lo hemos ganado).
Así es como acaba un gran día en la Sierra
en el que las conclusiones que
podemos tener de la Carrera de Navidad de
Cercedilla son las siguientes:
- Es una carrera única en la que puedes competir o bien simplemente compartir (si vas a competir ya te puedes meter pronto en el cajón de salida porque si no… lo llevas clarinete…). Yo la verdad es que me decanto por compartir y disfrutar de un recorrido espectacular con mis mejores amigos.
- La organización es perfecta, especialmente
para la cantidad de corredores que participan, si bien, deberían tener en cuenta
que los últimos corredores que llegan a la meta también les gusta tener de
algo de avituallamiento final
(cuando llegamos nosotros solo había alguna botella de agua…).
- El pueblo
de Cercedilla entero se vuelca
con este evento, lo que lo hace, aun si cabe, más particular y especial.
- El evento está
pensado para que participen en personas
de todos los públicos (hasta cuentan con carrera infantil).
- Los voluntarios están en sus puesto
ayudando en todo lo que el corredor necesite, así como los equipos de salvamento y bomberos, que
auxilian a todo corredor que sufra cualquier improvisto.
Por ultimo me gustaría agradecer a cada una de las personas con las que compartí este 21
de diciembre de 2014 el haberme dejado disfrutar del día con ellos (Jose, Olga,
Ivan, Pedro, Lola, Alex, Cristina, David, Javier, Gabi, Dani, Julian, Borja, todos
los Bandoleros que allí estaban… todos con los que me encontré).
Ha sido un día de amistad, un día de celebración, un día de trail running y de puro
Rock&Roll.
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